La facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla estudia la repercusión del uso de envases modificados en los alimentos y los efectos de las cianobacterias en los peces

El departamento de Toxicología de la facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, formado por diez miembros, está llevando a cabo actualmente dos líneas de investigación. Ambas investigaciones tratan sobre seguridad alimentaria, encontrándose por un lado el estudio de las repercusiones que tiene en los alimentos el uso de envases modificados y, por otro, los efectos que las cianobacterias tienen sobre los peces de agua dulce y las posibles soluciones.

Las dos líneas de investigación que se están llevando a cabo actualmente en el departamento tratan sobre seguridad alimentaria. En la de envases modificados, podemos encontrar a su vez dos grupos: por un lado, un proyecto con envases activos y, por otro, un proyecto con envases con arcillas modificadas.

Facultad de Farmacia

María Llana trabajando en el proyecto

Los envases activos son aquellos que incorporan sustancias antioxidantes y antibacterianas que consiguen mejorar la durabilidad del alimento. Al incorporarlas en el envase, estas sustancias se van liberando y al unirse con el alimento, aumenta su durabilidad. Los envases con arcillas modificadas son aquellos que incorporan estas arcillas a plástico film, dando lugar a un material nanocompuesto. Esta transformación se debe a la disposición de estas arcillas en la matriz del film, lo que hace que se mejoren las características mecánicas, térmicas y de permeabilidad del envase. Podemos decir que el fin de los dos tipos de envases es el mismo, aumentar la durabilidad del alimento, pero su procedimiento diferente. Los envases activos suelen usarse para frutas y verduras, mientras que los envases con arcillas modificadas se usan para carnes, aceites y agua.

Facultad de Farmacia

Laboratorio del departamento de Toxicología

Para estos dos proyectos de envases modificados hay un procedimiento común que consta de dos partes: en primer lugar, in vitro y, después, in vivo. El objetivo de este procedimiento es conocer si las sustancias que vamos a usar son toxicas o no y, por lo tanto, si pueden usarse o no. En la parte in vitro se ponen en contacto las sustancias con diferentes células obtenidas del sistema digestivo, que es el órgano diana. Al poner en contacto las sustancias con las células, se observa si éstas resultan dañadas y, en el caso de que no sea así, se pasa al procedimiento in vivo. En éste, se realiza una técnica llamada ensayo de toxicidad subcrónica con ratas, mezclando las sustancias posiblemente toxicas con su alimento y observando si provocan daños en sus órganos.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) exige rigurosidad en este procedimiento, por lo que las comprobación in vitro e in vivo es obligatoria.

Facultad de Farmacia

Daniel Gutiérrez en el laboratorio

La otra línea de investigación que está realizando el departamento de toxicología es la relacionada con las cianobacterias y los efectos de las toxinas que éstas provocan en los peces. Las cianobacterias se encuentran en las aguas dulces contaminadas. Para saber qué efectos tienen estas bacterias sobre los peces también se lleva a cabo un procedimiento in vitro y otro in vivo, usando peces en éste último en lugar de ratas, como ocurría con los envases modificados. Los peces que se usan en la fase in vivo son de consumo humano, como por ejemplo las tilapias (pertenecientes al género Oreochromis) y las tencas (Tinca tinca). Utilizan estos peces porque se reproducen bien y tienen alta resistencia. La toxina específica que utilizan producida por floraciones de cianobacterias en agua dulce es la microcistina. Normalmente, les administran a los peces el cultivo de cianobacterias entero y no la toxina pura.

Tras la administración de la toxina en los peces, se miden parámetros como son el estrés oxidativo, la alteración de proteínas, de enzimas o incluso del ADN. El principal objetivo de esta investigación es encontrar posibles soluciones para poder consumir los peces de agua dulce intoxicados por las toxinas de las cianobacterias. A pesar de que a la investigación aún le queda mucho recorrido, se han encontrado algunas medidas para evitar estos efectos.

Al final de nuestra visita Daniel Gutiérrez Praena, profesor tutelado en el Departamento de Toxicología, nos enseña paso a paso un experimento de mucho interés que puede observarse, con múltiples explicaciones, en el vídeo anterior.

FUENTES:

-Texto: el texto ha sido elaborado mediante información proporcionada por los miembros del departamento de Toxicología de la facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla.

– Fotografías: todas las fotografías son de autoría propia, alojadas en mi cuenta de Flickr

– Vídeo: el vídeo es de autoría propia, con la colaboración de Daniel Gutiérrez Praena, miembro del departamento. Subido a mi cuenta de Youtube